One Day: Una relación poco convencional

One Day no es la típica película romántica. Sus protagonistas Emma (Anne Hathaway) y Dexter (Jim Sturgess) se conocen una noche de 1988 tras haberse licenciado en la universidad. Borrachos acuden al apartamento de Emma donde ya se ve la realción -nada normal- que van a llevar y tras la cual deciden verse todos los 15 de Julio, día de Swithin.

En esta historia poco convencional basada en el best-seller homónimo de David Nicholls, los personajes van dando saltos en el tiempo a cada 15 de julio del año siguiente a ritmo de canciones que marcaron cada época y que trascienden al espectador con el cambio y el paso a la madurez de ambos. Y a medida que Emma y Dexter van trazando su amistad fiel y un casi amor, un cúmulo de sentimientos se vierten a la vez con episodios embarazosos y llenos de humor, otros más dramáticos y algunos sorprendentes.

Eso sí, algunos años son ignorados pero se muestran con una llamada, una imagen de ambos por separado y nos da una idea clara de dónde se encuentran Emma y Dexter y cómo es su  vida en ese momento.

Su directora, Lone Scherfig (An education) lográ con cada pedazo que nos muestra replantear una cuestión: ¿Es posible la amistad entre un hombre y u na mujer a través del tiempo? ¿Es posible cambiar ciertas costumbres para adaptarse a las sensibilidades del otro?

La respuesta está nada más lejos que en los 108 minutos de película en el que año tras año lo que comenzó con un "rollo de una noche" puede ser una gran amistad o algo más.

Lo mejor: La innovadora estructura narrativa de Scherfig que engancha al público desde el principio y los nuevos temas de Elvis Costello.

Lo peor: La actuación de Anne Hathaway que no logra convencer al principio con ese ademán de "patito feo" y "graciosilla".