Un antisocial con 500 millones de amigos

 

‘La red social’, dirigida por David Fincher, se estrena hoy en España. Fui a verla hace una semana bajo las indicaciones de que a Mark Zuckeberg (Jesse Eisenberg) le mostraban como un auténtico gilipollas y sí, es así. Pero peor parado sale Sean Parker (Justin Timberlake), creador de Napster, que aparte de ser un geta en toda regla, es alguien a quien en el filme odias desde el minuto 1.

El caso es que creo sinceramente que es la única actuación buena de Justin Timberlake que interpreta a Sean (tanto en el ámbito musical como cinematográfico). 

Sobre si la red social fue creada por Zuckerberg o plagiada a tres estudiantes de Harvard con los que tenía un proyecto llamado Face Match, toca decir que la idea original de este chaval con varios síntomas de ser Asperger, difiere mucho de lo que es Facebook. Sin embargo, la idea de los mellizos Tyler y Cameron Winklevoss (Armie Hammer) estaba más encaminada a ser una red social que la creación inicial en la que se votaban fotos. Los mellizos pensaron en una red, eso sí muy elitista, en la que los estudiantes de Harvard pudiesen poner sus intereses, gustos, clases a las que iban… Vamos, que tampoco fueron muy originales pues era una mezcla entre el MySpace y Hi5. Y es que ya se sabe, en Internet parece estar todo creado. Sin embargo, los detalles y el código los desarrolló Zuckerberg. Cosas tan curiosas como el estado sentimental (lo cual es un error y por suerte no es necesario rellenar en Facebook) o compartir fotos y extenderlo a otras universidades.

En cuanto al socio de Mark, Eduardo Saverin (Andrew Garfield), bueno su implicación aparte de económica no fue mucho más allá y tampoco creía demasiado en el proyecto, tal y como muestra el filme. Pero si es cierto, que el de Napster le hizo la cama y Mark le dejó hacerlo… ¡Qué bonita es la amistad!

En resumen y para no contar más, esta película es un reflejo de una persona antisocial –algo de lo que uno se percata desde el principio de la película- interesado sólo en escucharse a sí mismo y que se cree muy por encima del bien y del mal. Vamos, que lo único de lo que dan ganas tras verla es de mandarle una carta a Mark Zuckerberg con una tarjeta de un buen psicólogo para que se lo haga mirar, aunque ya se sabe que la historia ha demostrado que los genios suelen ser personas solitarias y muy “metidas” en su mundo.  

No sabemos si la realidad es esta pues esta versión no cuenta con la aprobación de todos sus protagonistas pero lo que sí está claro es que la historia no debe diferir demasiado de lo que se ve en el filme de Fincher y escrito por Aaron Sorkin y basado en el libro Multimillonarios por accidente.