Y el Troya es para… Alex de la Iglesia

Mi resumen de los Goya es, por primera vez, bastante positivo. Los premios me parecieron justos y la gran sorpresa, que me gustó, fue el premio a Raúl Sánchez Arévalo como mejor actor de reparto por Gordos.

Lo del 'Troya' es porque al igual que el caballo que se empleo en la batalla homónima, el director de la Academia de Cine, Alex de la Iglesia, no estaba nominado evidentemente pero fue en la sombra el gran artífice que ha devuelto a estos premios categoría y distinción.

Bien es cierto que le ayuda mucho el hecho de que las películas de este año tenían una calidad muy superior a los anteriores, pero consiguió varias cosas:

1. Una gala entretenida y divertida, llena de espectáculo y sin anuncios, lo cual tiene más mérito.
2. Un discurso con las verdades por delante pero sin que sentara mal a nadie.
3. Eligió a un perfecto conductor para este evento: Buenafuente. Este presentador se maneja como nadie y dice lo que quiere haciéndonos reír a todos (incluso Tosar se reía y eso no es muy común).
4. Originalidad: Presentaciones con baile, efectos especiales y Pocoyo presentando un premio
5. La aparición de Pedro Almodóvar reconciliado con la Academia después de varios años.
6. Un Goya honorífico que, no sólo por dárselo a Mercero (gran director de cine del siglo XX), sino por ir a su casa y dárselo en persona. Ahora me pregunto, ¿por qué no se hizo esto antes? 
7. Conseguir en menos de un año lo que Sinde no ha logrado en varios…
8. Los montajes con las películas como este: http://www.youtube.com/watch?v=TxKg6twLghw

¡Bien por el director de cine! Por lograr una de sus mayores obras en una pantalla: Que los Goya empiecen a ser algo que la gente desea ver en televisión y, sobre todo, un criterio de unidad entre los componentes de la Academia y el público.

PD: Los morbosos y revistas del corazón se quedaron con las ganas ya que Penélope Cruz y Javier Bardem actuaron con gran naturalidad y sin quitarle protagonismo a lo que de verdad importaba aquella noche: el cine español.